Comunicado de la Mesa de los Territorios Liberados del Sahara Occidental
Martes, 17 de noviembre de 2020
La Mesa de los Territorios Liberados denuncia la penosa actitud de Naciones Unidas, la Unión Europea y el Gobierno de España antes los graves hechos que están sucediendo en el Sahara Occidental.
Reiteramos nuestra total condena a la agresión de las fuerzas marroquíes de ocupación en la madrugada del viernes 13 de noviembre al enviar fuerzas militares al paso ilegal de Guerguerat, atravesando el muro, con la intención de desalojar a civiles saharauis desarmados que se manifestaban en la zona, y que desató el inicio de la guerra en el Sahara Occidental.
Hace mucho tiempo que, ante la total indiferencia de las Naciones Unidas, las autoridades de ocupación marroquíes habían abierto un paso ilegal en un punto del muro, situado en el extremo suroeste del Sáhara Occidental, que favorecía la salida y comercialización de productos expoliados por el régimen marroquí de ocupación. La apertura de dicha brecha violaba el acuerdo militar nº 1 entre Marruecos y el Frente Polisario. Desde el pasado 21 de octubre, decenas de civiles saharauis instalaron un campamento para bloquear ese paso ilegal de vehículos a través de la estrecha franja entre el muro y la frontera con Mauritania. La agresión militar marroquí fue repelida por fuerzas del Ejército Popular Saharaui, y no dejó otra salida al Gobierno saharaui que la declaración de guerra contra el invasor un día después de esta ruptura del Alto al Fuego por parte de Marruecos.
Desde la Mesa de los Territorios Liberados del Sahara Occidental, nos solidarizamos con el pueblo y el Gobierno de la República Árabe Saharaui Democrática en estos difíciles momentos y asimismo condenamos la actitud de la MINURSO que se retiró del lugar al advertir que el ejército marroquí iba a atacar a los civiles saharauis.
NO QUEREMOS LA GUERRA, PERO AL PUEBLO SAHARAUI NO LE HAN PERMITIDO OTRA OPCIÓN.
Pedimos de forma urgente una respuesta internacional responsable que pare esta guerra, para lo que sólo se requiere voluntad política y el cumplimiento de la legalidad internacional.